Esta experiencia fue un espacio que abrió el cuerpo, la memoria y el alma a nuevas formas de mirar la muerte… y de habitar la vida. A continuación les compartimos algunas palabras de quienes respondieron al llamado con el corazón abierto y la disposición de transformarse, para poder acompañar a otras personas en su momento más vulnerable. ~~~

"Entendí que cuando vemos la vida desde el ángulo de la muerte, todo cambia. Nuestra base cambia. Nuestros conceptos cambian. Y realmente, entendiendo cómo deseamos morir, podemos entender cómo queremos —o deberíamos— vivir. Me sentí sostenido. Me sentí que podía ser vulnerable en ese espacio. Me permitió sentir. Y eso… eso es algo bien bonito: el sentir. No es solo ayudar a los demás y acompañarlos en silencio. También es descubrir cosas de uno, conocerse más. Estoy agradecido por este espacio, por esta oportunidad. Espero seguir caminando, creciendo y aprendiendo con ustedes." — Ian "Khalu" Santiago Espéndez ꕤ

“La formación de doulas de fin de vida de AMORir fue una experiencia intensamente hermosa y transformadora. Marca un antes y un después en cómo veo, entiendo y siento mi relación con la vida y la muerte. La muerte trae dolor pero también mucha alegría, y durante esta formación conecté con un mar de emociones y sensaciones junto a personas auténticas, nobles y profundamente sensibles. Me llevo una comunidad, una familia de personas maravillosas que sienten el llamado a acompañar y a ser puentes en momentos de transición.”— Denirka Quiles

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“La formación como doula de fin de vida transformó mi visión sobre la muerte y el proceso de transición. Aprendí a verla no como un final abrupto, sino como un momento sagrado de acompañamiento y conexión... Uno de los momentos más reveladores fue comprender el profundo impacto de la compañía amorosa en el proceso de morir. Me conmovió ver cómo pequeños gestos —una palabra, el silencio compartido— pueden traer paz y alivio.” — Al’Zahir Hari

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“Me siento sumamente privilegiada de haber podido ser parte del primer cohorte que confío dé inicio a muchas más formaciones y espacios como este. Esta formación me ha dado un nuevo lente para acercarme al duelo. Me dio nuevas herramientas para poder centrar aún más a las personas que acompaño. Cambió la manera en que veo la muerte y los preparativos que se deben hacer para que ese momento de transición sea uno amoroso, respetuoso, digno y alineado con los deseos de la persona que transiciona.” — Cynthia Collazo Pacheco

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“Esta experiencia ha sido muy inmersa, muy ‘para adentro’. No fue un curso de conferencias. Fue un curso-taller donde nosotros mismos íbamos llegando a verdades profundas. Yo sentí que salí del curso con algo abierto en el pecho. A través de los ejercicios, nos vamos despojando de nuestro inventario, de nuestros juicios. Para mi, fue una experiencia tanto educativa como de formación personal ante la muerte. Lo pedagógico, cómo se facilitó, y el contenido fueron muy reveladores para mí. Muy reveladores. Nos quedamos con las ganas. Queremos seguir conversando y aprendiendo.” — Gradissa Fernández Rivera

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"Esta formación me hizo cambiar el filtro con el que veo la vida. Me ayudó a enraizarme, a vivir mi humanidad de manera más genuina, vulnerable y poderosa. Muchos miedos y prejuicios se fueron, ahora hay más espacio para la autenticidad y la entrega... Fue muy significativo para mí contextualizar cómo se ve y se vive la muerte en nuestro archipiélago, porque al conocer sobre la realidad que enfrentamos como país, me surge la posibilidad de servir con confianza y de manera adecuada.”— Mar Hernández Burgos

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“Mi conciencia sobre la muerte cambió enormemente. Este taller me ofreció un espectro mucho más amplio sobre el tema, tanto a nivel personal como a nivel de país. Una de las cosas más significativas para mí fue ver tanta gente joven involucrada en este proceso. Jóvenes brillantes, empáticas, interesadas genuinamente en estos temas. Me devolvió la esperanza en que este país tiene futuro. El poder imaginar y planificar mi muerte gozosa, con todos sus detalles, fue una bendición. Es algo extraordinario que me marcará para el resto de mi vida. Caminar ahora con esa certeza, con claridad y con amor, desde todos mis sentidos, es un regalo inmenso.” — Lila Cintrón Benítez

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Y tu, ¿Sientes el llamado?

Testimonios de la primera formación de Doulas de Final de Vida

¿Qué dicen las participantes?